lunes, 3 de diciembre de 2012

ALIMENTEMOS A LOS ESPIRITUS




Los hechizos no son otra cosa que acuerdos. Acuerdos con la energía que controla el universo. Acuerdos con deidades. Acuerdos con espíritus. Y como en todos los acuerdos, está el que ofrece y el que recibe. El que pide y el que da.
Las deidades, los espíritus, están esperando que les invoquemos. Que con el poder de la palabra hagamos vibrar su esencia, recordemos que existieron y que existen, y traigamos a la vida su memoria.
Tenemos que ofrecerles sobre todo nuestra fe, activar con nuestro pensamiento su energía, pero también, tenemos que darles algo a cambio. Ningún espíritu o deidad blanca quiere nuestra alma, jamás nos robaran el libre albedrio.       
Pero si desean nuestras ofrendas. Miel, la sal, el azúcar, el ron, la canela, el maíz, los granos, la sandia, la naranja, el melao, la berenjena ,todos tienen en común ser alimentos cuyas vibraciones satisfacen a los espíritus.
EL ritual de la naranja y la miel, es uno de los más potentes. Nos sirve para atraer el amor, y mantenerlo. La naranja combina el rojo y el amarillo, equilibra los extremos, trae balance a una relación.
La naranja en los rituales de amor siempre tiene que ser dulce. Comenzamos con cinco naranjas partidas a la mitad, que primero son santiguadas con dos velas blancas, invocando la intersección de la diosa Venus del Amor y de la comisión gitana. Las naranjas proceden originalmente de España y ciertas partes de Persia e India y esta fuertemente asociada a la Comision Gitana Astral.   
Seguidamente, se escriben en cinco tiras de papel de pergamino o de cartucho, y en ellas se escribe el nombre , apellido y la fecha de nacimiento de la persona que se desea atraer, o con quien desean contraer matrimonio, ya que este es un ritual muy enfocado en las relaciones a largo plazo.
Encima del nombre del ser querido, se escribe el propio. El nombre que queda encima en la tira de papel, es quien dominara la relación. 
Las tiras de papel se colocan sobre las naranjas y seguidamente, se cubren con miel. Aquí es muy importante repetir el siguiente encantamiento: “Que así sea, invocando a la comisión gitana, a la diosa del amor, que así con esta miel, yo endulzo el amor de la persona que yo quiero atraer hacia mí , que solamente piense en mi, que solo me vea a mi…”
Seguidamente, y esta parte es muy importante, hay que mezclar la miel con nuestra propia esencia, santiguándonos los parpados, y los labios, con miel. Para que cuando el ser amado nos vea, nuestros ojos sean miel para él, y nuestras palabras sean dulces.
Ya con nuestras manos impregnadas y energetizadas por el ritual,  tomamos el azúcar morena en ellas y la esparcimos sobre la miel, consagrándolas. Es útil que vean el video para entender cómo debemos de hacer esta parte.
Se esparce diciendo “Que así sea en nombre de la diosa del amor, de la comisión gitana”... seguidamente se toma la canela en polvo “Que así con esta canela bendigo este ritual del amor, invocando a la diosa del amor, que esta canela nos endulce, que estemos juntos para siempre, y que nada ni nadie nos separe”.
Al terminar esta invocación, es conveniente espolvorearnos nosotros mismos con la canela.
El rezo final sellara la ofrenda. Aquí entra en escena la campana. Sus vibraciones, unidas a la energia de la naranja, la miel, el azúcar morena y la canela, despertaran a las deidades.
Al sol de la campana entonamos” “Hermana Rita, gitana mía…Hermana Rita, dame la luz…invocando a nuestro espíritu gitana, a nuestra magia gitana, que bendiga a esta obra del amor y el adulzamiento…Gitana de mis amores, bendíceme.. Ahí gitana, gitanilla, ayúdame”.
Una vez que está consagrada y bendecida, se debe de poner en alto durante 5 u 8 días, siempre flanqueada por dos velas amarillas.
A los cinco días, hay que llevar la ofenda a un rio, preferiblemente un rio cristalino y que corra libremente.